El viernes 26 de junio se realizó el conversatorio con el artista César González.
Su historia, como la de muchos y muchas jóvenes se repite. Las cárceles están repletas de jóvenes que como él, se encontraron de frente a la necesidad de ser como la sociedad de consumo demanda y no poder encontrar satisfechos sus derechos ciudadanos: a la educación, a la salud, al alimento, a la vivienda, al trabajo.
César estuvo preso y reconoce que la cárcel no sirve, que es un lugar peor que el infierno que cualquiera pudiera imaginar. Al salir y desde antes, encontró que su posibilidad de resistir no solo a la cárcel sino también al lugar que la sociedad le marcó por su condición de villero. se la daba arte. Se interrogaba entonces, "por qué si sos pobre, no tenes derecho al arte", Por qué no se puede pensar que un pibe pobre no pueda trabajar y vivir desde el arte, hacer arte, disfrutarlo.
El encuentro con jóvenes ( y no tanto) dejó en el aire y en el cuerpo el urgente llamado a ocuparnos, a tomar acción desde el lugar que cada uno ocupa, para trabajar dentro de los lugares de encierro por humanizar, por restituir la condición humana de las personas privadas de libertad. Pero también, trabajar por la condición de los tantisismos niños y jóvenes que están ahí, en los barrios más pobres, sufriendo soledad, hambre, necesidades, para que se mitigue y se atienda el cumplimiento de derechos y el acceso a todo lo que otros niños y jóvenes tienen por el solo hecho de haber nacido "dos cuadras más allá".
En la UP Nº38 se entregaron útiles escolares a las instituciones educativas que funcionan allí reunidos en la jornada matutina que se desarrolló en el SUM de la Escuela Secundaria Nº7,
Fotos: Facsoproducciones y Prensa UP Nº38
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