Nahuel cantó como nunca, y la emoción fue compartida.
A todo el equipo de trabajo solo queda seguirle agradeciendo, a los estudiantes que acompañaron durante el proceso y ayer con esta hermosisima fiesta como marco para la presentación, no alcanzan los abrazos.
Gracias, muchas gracias.
Y que siga la música, el color, la energía que nos hace sentir que vale la pena, que la Universidad no solo tiene sino que debe estar cada vez más presente en espacios en los que la cultura acerca un rayito de sol a quienes pocas veces reciben ese calor.
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